domingo, 30 de marzo de 2014

Capitulo 15

Cualquier que pudiera estar en mi lugar en este momento podría ver la atmósfera de ese lugar mágico en el que están ellos dos. No se como, no se cuando, no se por que, empece a sentir celos de la vida de Kim. Ella siempre estaba detrás de mi, teniéndome en un pedestal como un ejemplo de personalidad que ella debía tener. Si, claro, mi personalidad...

- No deberíamos estar aquí, vayámonos - digo regresando a la casa.

- Espera, Alex. ¿No eras tu la que quería encontrar a Kim? - pregunta Lima tomando mi muñeca, impidiendo mi avance.

Vuelvo la mirada a Liam, posiblemente la única a la que le importe de verdad. El no me vee como un ejemplo a seguir, ni como una socia, ni como una chica con un pasado horrible. Me vi forzada a olvidar muchas cosas que cuando era niña ansiaba con vehemencia, guardas en una zona oscura de mi mente, una zona inexplorada que ni yo conozco, pero aun así no es suficiente...

- No es necesario - le contesto tirando de mi muñeca para soltarme de su agarre - Puedo irme sola. Solo hazle saber que la estaré esperando.

- ¡Déjame acompañarte! - protestó

- Liam en serio, estoy bien.

- Pero...

La voz de Liam se vio interrumpida por el sonido de mi teléfono. Instintivamente mire al par de tórtolos que afortunadamente no se habían dado cuenta de nuestra presencia y aun seguían con el dilema de besarse o no. 

" Una niña que creció sin amor, que triste. No entiendo porque te quejas, mentirosa. Tenias a James, luego a Mitch y ahora a Liam. Que desagradable. Si no eliges a ninguno, yo te puedo dar amor Alex, solo tienes que permitírmelo. - R"

Frunzo el ceño luego de leer el mensaje. ¿Que se supone que significaba eso?. James me habia confesado que yo le gustaba, pero Mitch y Liam no lo habían hecho y estaba segura de que no lo harían porque solo somos amigos. Cuando levanto la vista de nuevo hacia ellos Liam esta con el ceño fruncido igual que Louis y se que el cuerpo de Harry esta aquí, pero su mente aun vuela donde Kim y Niall.

- Tengo que irme - aviso y salgo corriendo

Rápidamente entro en la casa y cierro la puerta hacia el jardín. Se que alguien me esta siguiendo, ya que escucho los pasos sobre el césped. No quiero hablar con nadie, así que me apresuro en llegar a la sala tomo mi mochila sin siquiera detenerme, me la pongo en el hombro y salgo por la puerta principal.

Corro las primeras cuadras completas para asegurarme de que la persona - quien quiera que sea - que me seguía ya no lo estaba haciendo mas. Me detengo un momento bajo la sombra de un árbol para tomar aire, pues el sol no estaba de mi parte hoy. Vuelvo la mirada en dirección a la cada de la cual acababa de escapar y es entonces cuando me doy cuenta de que no se donde diablos estoy, tuve que haber tomado un camino que no debía tomar porque la zona en la que estoy no tiene buena apariencia. Un recuerdo fugaz de cuando tenia 12 años viene a mi mente, a esa edad solía andar mucho por zonas como esta. Camino unas cuantas cuadras bajo el ardiente sol con la esperanza de poder ubicarme, pero no es así.

- Oye chica, ¿tienes cigarros? - me pregunto un chico acompañado por una chica mientras caminaba.

- ¿Tu tienes? - fue mi respuesta sin siquiera detenerme a mirarlo.

Sigo caminando unas cuantas cuadras mas para intentar alejarme de este lugar y poder pensar con mas claridad. Ahora mismo debo parecer una mendiga o una chica de banda por andas por estos lugares. Bueno, siempre brinde esa careta a todas las personas que intentaban acercase a mi. Llego a una calle sin salida, un callejón con muy mala apariencia. Suelto un bufido y me siento en medio de la pista hecha con tierra. Reviso mi mochila en vano, pues solo tenia ropa mojada. Meto la mano en el bolsillo de mi pantalón y saco mi teléfono, marco un numero y me llevo el auricular al oído.

- ¿Hola?.

- ¡Leah!. Necesito que...

- ¿Alex, eres tu?. No te escucho bien - la voz de Leah se distorsionaba por momentos.

- ¿Leah? - miro la pantalla del teléfono y lo golpeo con la palma de mi mano repetidas veces - ¡Leah!

La comunicación se corta y estoy hablando sola. Alejo el teléfono de mi oído y miro la pantalla por un momento, batería baja. Me entran ganas de tirar el teléfono y pisarlo hasta que no quede nada de él, pero sé que lo necesitare algún otro día. Así que simplemente lo dejo caer en la mochila, me levanto y sigo andando por unos minutos mas. No puedo creer que esto me este pasando, nunca me he perdido en toda mi vida. Llego a una gasolinera y  mis ojos caen directamente en la tienda que esta tiene. Mi estomago ruge, ¿hace cuanto tiempo que no he comido?. Entro en la tienda y miro sigilosamente a cada persona que esta ahí: un chico lee una revista, una niña y su madre compran dulces, un par de chicas hablan animadamente mientras beben unas cervezas. El dueño me mira desinteresadamente por unos segundos y yo aparto mi mirada de él para no levantar sospechas. Me acerco lentamente a un estante lleno de galletas y con sumo cuidado de no ser vista por nadie tomo un paquete y lo meto en la mochila, repito esta acción un por de veces y me alejo del estante. Sigo caminando a lo largo de toda la tienda y esta vez me acerco a las bebidas. Repito el mismo proceso que hice con las galletas, solo que ahora solo tomo una botella de agua mineral. Cuando termino, cuelgo la mochila de vuelta a mi hombro y salgo de la tienda. 


Camino un par de cuadras y cuando estoy lo suficientemente lejos de ese lugar abro mi mochila para poder sacar un paquete de galletas, abrirla y meter una en mi boca. Me apoyo en la pared y me dejo caer hasta tocar el piso. Supongo que serán al rededor de las 3 de la tarde, no tengo ni idea de a donde ir ni que hacer.

- ¿A, eres tu? - pregunta una chica acercándose a mi.

- ¿Quien eres? - es mi respuesta para ella.

Su cara me suena conocida: su cabello negro ondulado super despeinado, sus ojos marrones oscuros no brillan como cualquier persona y su oscura y sucia piel me indican que debe haber estado en tierra. Sus ropa están harapientas y sucias en extremo, diría que es una típica chica de calle. Ella sonríe con sarcasmo y se sienta a mi lado mientras roba una de las galletas del paquete.

- ¡Hey! - protesto al verla comerse mi galleta.

- Siempre dijiste que tenias una memoria de pollo, pero nunca te creí - rió.

- Repito: ¿quien eres?.

- ¡Ja! - suelta una carcajada - ¡Soy Mira, tonta!.

Ella ríe en mi cara mientras toma otra galleta y se la mete en la boca. Al notar mi mirada de confusión, me da un golpe en la espalda que me hace balancear hacia delante y despertarme de mis dudas.

- No conozco ninguna Mira - suelto de la nada mientras me paro dispuesta a alejarme de esa chica y encontrar una salida de este loco lugar.

- Oh claro, lo olvide - golpea la palma de su mano contra su frente - ¡Jhonson! - grita como si fuera obvio.

Frunzo el ceño ante la insistencia de esta chica, pero eso no es todo... ¿Jhonson? ¿Jhonson?. Ese apellido me sonaba conocido, pero no estaba segura si era por esta chica u otra cosa. Me giro y clavo la mirada en sus ojos casi negros carentes de brillo. ¿Enserio la conocía?

- ¡Jhonson! - grito mas para mi misma que para ella.

- Claro que si, A. ¿Como has estado?, ¿que te trae de regreso a la guarida? - pregunta mientras rodea mi cuello con su brazo derecho.

- No debería estar aquí, estoy perdida... - murmuro las ultimas palabras por la vergüenza que me produce reconocerlo.

- Tuuuu, ¿perdida? - me señala burlonamente y se hecha a reír.

Trato de ignorar las sonoras carcajadas que salen de la garganta de Jhonson, pero me es imposible ignorarlo por completo. Miro hacia otro lado disimulando no conocerla, pero lo único que consigo es ponerme aun mas nerviosa. Luego de un largo momento vergonzoso, aclaro mi garganta y me tomo el atrevimiento de golpearla para que se callara, ella me muestra un puchero algo deforme.

- ¡Eso dolió, A! - protestó.

- Te lo mereces por reírte de mí.

- Sigues siendo igual de malhumorada - se quejo frotándose el lugar donde le habia golpeado.

Le dirijo una mirada de pocos amigos y comienzo a caminar dándole la espalda. No tengo tiempo para detenerme a conversar sobre lo que hago ahora con una compañera del pasado, solo necesito volver a casa antes de que Mitch se de cuenta de que estuve en la casa de los chicos. Ella no intenta detenerme, lo se porque no escucho sus pasos detrás de mi.
Cuando ya habia caminado una cuadra completa, volteo la mirada de donde habia estado hace un par de minutos para no encontrarme con absolutamente nada. Frunzo el ceño completamente extrañada de que Jhonson no me haya seguido, pero decido no darle vueltas al asunto y continuar mi camino. Camino unas cuantas cuadras mas al borde de la pista por donde veo pasar centenares de autos a gran velocidad. Me tomo un momento para pensar en abordar uno de ellos, pero rápidamente me doy cuenta de que no seria una buena idea, dado que no se donde rayos estoy. Decido tomar un pequeño descanso, con la cara entre mis manos, y sentarme en la tierra al lado de la pista a poder pensar en un nuevo y mejor plan.

- ¿Necesitas te lleven? - preguntan

Cuando levanto la mirada no encuentro la expresión que debería mostrar: molestia, alegría, irritación, alivio, muchas pasan por mi mente... Niall estaba ahí, en su Range Rover negro con la mirada fija en mi. Me levanto rápidamente de la tosca tierra y sacudo mis pantalones, acto seguido cruzo los brazos y me quedo allí sin responder a su muy evidente pregunta. 

- No tienes porque mirarme así, vengo a ayudarte - es su explicación.

¿Que quería que haga?. Saltar alegremente dentro de su auto seria una conducta típica de Kim, quedarme aquí parada hasta que el me lo pida seria muy egocéntrico y dejarlo pasar y quedarme a esperar a que otro auto venga por mi seria muy estúpido. 

- ¿Por que estas aquí? - digo finalmente.

- Ya te lo dije, vengo a ayudarte.

- ¿Porque no estas con Kim y los demás? - insisto.

- ¿Porque no subes y te lo explico todo de regreso a casa?.

Me trago las demás preguntas que se formulaban en mi mente y subo al auto. Lanzo mi mochila en el asiento trasero y me abrocho en cinturón de seguridad. Niall mueve la palanca de cambios y esta a punto de arrancar cuando una chica se pega a su ventanilla.

- ¿A donde vas, A? - pregunta la entrometida Jhonson. Yo tenia razón, ella si me habia seguido - ¿Ya no vendrás mas por la guarida?

- ¿La guarida? - me pregunta Niall antes de que yo pudiera decir algo.

- ¿Ahora el es uno de tus nuevos cómplices? - sigue preguntando - Es lindo. Tienes buenos gustos, A.

A cada palabra que sale de la boca de Jhonson, Niall me mira aun mas confundido. Tengo que hacer algo, se que tengo que hacer algo para callarla antes de que a esta chica se le salga todo lo que hacia cuando pertenecía a este lugar.

- ¿Cómplices? - susurra Niall.

- ¿Nos abandonaste porque él tiene una camioneta?. Eres elitista, A - siguió sin callarse - No importa, fue divertido ser tu socia. Tal vez podamos volver a juntarnos algún día para volver a recordar los viejos tiempos, ya sabes... robar y todo eso. Adiós, A - se despidió y desapareció.

Al final no pude hacer nada para evitar que la verdad de mi pasado salga a flote. Sabia que Jhonson no me habia montado todo esto a propósito, no era tan lista y obviamente no conocía a estos chicos. La expresión de Niall es una mezcla de sorpresa y confusión, teníamos un largo camino que recorrer si quería que le cuente todo. No estaba feliz por esto, pero tenia que haberme dado cuenta hace mucho tiempo que el pasado siempre te persigue y es muy difícil desaparecerlo por completo, pero eso no quiere decir que no pueda remediarlo.
Los primeros diez minutos el camino es silencioso, Niall tiene su mirada fija en la pista y yo me niego a verlo siquiera de reojo. No tenia ni la mas mínima idea de como comenzar con esto, no sabia como explicarle que ya no lo hacia mas - no siempre - y mucho menos, no tenia idea de como tratar de convencer de que ya no era una persona peligrosa. No soporto este silencio sepulcral, no puedo estar tranquila sin antes saber que es lo que Niall piensa de mi, tengo que asegurarme de saber si creyó las palabras que dijo Jhonson, tenia que estar segura de que no le diría esto a nadie.

- ¿Y... que hacías por aquí? - trate de iniciar una charla.

- Se lo que quieres saber y sabes lo que quiero saber. No hables. Iremos a un restaurante lo bastante alejado como para que nadie nos interrumpa - sentencio sin quitar los ojos de la pista.

Su frialdad hizo que me incomodara, después de todo lo que habia elaborado en mi mente, él si habia creído todo lo que Jhonson habia dicho de mi. Estaba en uno muy gordos y serios problemas. Mi mente ahora me decía que mentir solo empeoraría las cosas, ¿tenia que contar toda la verdad por mas fea que sea?. La respuesta parece simple, pero para mi no lo es. Tengo mucho en juego si Niall llegase a descubrir todo lo que me vi obligada a hacer para poder sobrevivir en las calles y eso no era todo, por si fuera poco, tenia la preocupación de involucrarlo con R solo por el hecho de saber mi pasado.
Niall se pasa veinte minutos buscando un lugar en la carretera para poder conversar tranquilos. No me ha dirigido la palabra en todo el camino y eso me preocupa demasiado. Siento el auto acelerar y veo a Niall de soslayo, tiene las manos apretadas en el volante y la vista demasiado fija en la pista. El auto sigue corriendo, acelerando cada vez mas, ¿que se supone que quiere hacer?. Siento mi espalda pegarse cada vez mas al asiento del co-piloto, esta vez miro de lleno a Niall con total asombro. La situación me recuerda al sueño que tuve cuando supuestamente era pequeña y mi madre aun vivía. Mi primer recuerdo de mi niñez en mucho tiempo. Algo se activa en mi y comienzo a sentir el sudor en mis manos, mi ritmo cardíaco lentamente va en aumento y tengo la extraña necesidad de llorar. 

- Detente... - susurro.

Quiero que se detenga, no aguanto mas esta desesperación. ¡Detente!. Mi cuerpo se endurece y cuando me doy cuenta estoy prácticamente pegada al asiento. No puedo moverme, la desesperación ya invadió mi cuerpo y ahora estoy hiperventilando. 

- Niall, detente - sigue siendo un susurro.

Pero mis susurros no son lo suficientemente fuertes para que él los oiga. Quiero que se detenga. La velocidad sigue en aumento y siento las lagrimas a punto de salir de mis ojos. La horrible imagen del accidente y el auto dando vueltas se incrustan en mi mente, mis manos se aferran lo mas que pueden al asiento y tengo que gritar, necesito gritar.

- ¡Niall, detente!

La mirada de Niall despierta y se ve obligado a frenar el auto de golpe. La reacción del auto al detenerse causa que nuestros cuerpos se vayan hacia delante, pero nuestros cinturones de seguridad nos frenan del golpe. Ambos nos quedamos ahí, con la respiración agitada, sin ser capaces de creer lo que Niall acaba de hacer. Me obligo a tranquilizarme y cuando estoy segura de que no explotare contra Niall me desabrocho el cinturón de seguridad y salgo del auto con un portazo. Me abrazo a mi misma mientras cierro los ojos con fuerza, aun siento mis manos temblar, quiero olvidar todo esto. Cuando abro los ojos noto que estamos en medio de la nada, solos en una carretera rodeada de largos kilómetros de tierra. Miro en todas las direcciones posibles y a lo lejos noto un pequeño hotel que no parece tener buena pinta. No quiero volver a entrar a ese auto del demonio - con un conductor que no sabe lo que hace - así que solo camino en dirección a ese hotel.
Mis pasos son lentos y dudosos, todo por culpa del estúpido viajecito que acabo de tener, sigo abrazándome a mi misma y de vez en cuando mi mirada se pierde en la nada.

- ¡Alex, espera! - oigo la voz de Niall a lo lejos, pero me niego a hacerle caso.


Trato de caminar mas rápido, pero en lugar de eso piso en falso y caigo de rodillas sobre la tierra. Mi vista esta perdida en la nada, siento unas manos rodeándome y mi cabeza apoyada sobre algo blando. Estoy muy segura de que la persona que me esta sosteniendo es Niall, puedo reconocer su olor en cualquier parte. El esta ahí, lo veo vocalizar unas palabras pero el sonido no llega a mis oídos. Ambos estamos sentados en la tierra, mi cabeza apoyada en su pecho, sus brazos rodeándome y de repente... las lagrimas comienzan a salir. No muevo ningún musculo, no emito ningún sonido, pero las lagrimas caen de mis ojos...

- Lo siento, no sabes cuanto lo lamento - escucho de repente la voz de Niall casi como un susurro.

Era la primera vez que alguien me veía llorar, aunque no estoy segura si a esto se le puede llamar llorar. Lentamente empiezo a volver en mi e intento evitar que las lagrimas sigan saliendo limpiándolas con mi manga. Niall aun me tiene abrazada y sigue murmurando que lo lamenta.

- Tranquilo... - le susurro, pero no obtengo respuesta.

Lo obligo a separarse de mí para intentar mirarlo directamente, pero me es imposible. El se niega a levantar la mirada. Tomo entre mis manos su cara y lo obligo a mirarme, el esta llorando, ¿porque esta llorando?. 

- Niall - lo llamo, pero sigo sin obtener ninguno respuesta.

- Lo siento...

- Escucha, todo esta bien - trate de tranquilizar - Levántate, tenemos que llegar a ese hotel para comer algo.

El asiente débilmente y lo ayudo a levantarse. Niall me mira por unos escasos segundos y puedo notar en sus ojos azules culpa de nuevo. Las situaciones con él siempre son de vida o muerte. Le regalo una sonrisa para hacerle notar que todo esta bien y el me la devuelve. Ambos caminamos hacia el hotel en total silencio, tenia la esperanza de que este acontecimiento borrara de la mente de Niall lo que habia escuchado sobre mí. Entramos al hotel para encontrar una no muy bonita recepción, nos acercamos al mostrador y el encargado nos recibe con una mirada de pocos amigos.

- ¿Que se les ofrece? 

- Necesitamos una habitación - dice Niall como si fuera lo mas normal del mundo

- ¡¿Que?! - exclamo con un grito.

- Tranquila, recuerda que aun necesitamos un lugar tranquilo para aclarar algunas cosas - susurra en mi oído.

Normalmente me sonrojaría ante una conducta como esta, pero las palabras que salen de su boca sola hace que me ponga nerviosa ante esa conversación que se llevaría a cabo entre los dos. Veo a Niall recibir la llave de la habitación, intercambia un par de palabras con el recepcionista y luego me hace una señal para subir las escaleras en dirección a nuestra habitación.

- ¿Estas seguro de esto? - le pregunto mientras el mete la llave en el cerrojo.

- Tranquila, es el único lugar disponible.

Dejo salir un suspiro que ya no podía reprimir y ambos entramos en la habitación. Tenia que admitirlo, habia juzgado mal a este lugar, esto no estaba tan mal después de todo. Era mucho mas pequeña que la habitación de los chicos en su hotel, pero aun así era mas grande que mi habitación.
Parecía como si este hotel hubiera sido una casa y esta habitación el ático: una ventana nos permitía ver directamente al cielo, un televisor viejo reposaba sobre una pequeña mesita en una esquina de la habitación, una cama matrimonial era lo que teníamos y frente a ella un tocador.

- Esto es...

- Es lo mejor que pude pagar - interrumpió sentándose en la cama para dos.

Mire a Niall con molestia, ¿que estaba insinuando?. Yo no esperaba gran cosa de este lugar, solo lo habia visto como un lugar donde podíamos comer algo tranquilamente, en ningún momento pedí que él pagara por una habitación lujosa o algo así. Me sentía ofendida, ¿realmente creía que era una persona material?.

- Bien - dije malhumorada sentándome a su lado - Terminemos con esto, pregunta lo que quieras.

- ¿No me vas a decir nada, no intentaras excusarte como siempre lo haces? - pregunto curioso.

- Este no es un tema en el cual pueda excusarme. Esto es serio, Niall - trate de hacer que se retracte - Es mejor que no lo sepas.

Niall me mira de una forma un poco atemorizante, nada común en él. Me mantengo firme en el exterior, pero en el interior estoy temblando. Siempre que intento evitar algo, todo empeora. No quería meter a Niall ni a ninguno de esos maravillosos chicos en mi asunto con R, detesto decirlo, pero si quería mantenerlos alejados de esto me veo obligada a decirles la verdad...


- Esta bien, ¿que quieres saber? - le pregunto con cautelo.

- Todo, empezando por como conoces a esa chica...

La respuesta de Niall logra sorprenderme por unos segundos, nunca imagine el grado de curiosidad que podía llenar su cerebro. Pero eso era mas complicado para mí, contarle todo a partir de como conocí a Jhonson no me iba a permitir esconder algunas cosas. Solo me queda la esperanza de que su curiosidad disminuya.

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