martes, 30 de julio de 2013

Capitulo 2


Son las 9 de la noche en New York. Aun estoy en el hospital junto a Alex, a pesar de que la enfermera nos dijo que las visitas habían terminado hace una hora.

Niall ha estado muy callado desde que llegamos. A lo mucho a dicho un par de palabras.

- ¿Cuando despertaras? - pregunte en voz baja acariciando la mano de mi mejor amiga.

- Creo que no te escucha, esta inconsciente - aviso - Por mi culpa.

¿Que se supone que tenia que hacer? ¿Consolarlo? ¿Decirle que no fue su culpa cuando si lo era?.

- No, no es tu culpa - dije separándome de Alex para sentarme al lado de Niall.

- ¡Claro que lo es!. Estaba tan concentrado en mi música que no me fije en la luz roja...

Ok. Consolarlo no era una opción, era obvio que el mismo se había convencido que era su culpa. 

- Al menos no la mataste.

Segundo error, eso había sonado realmente mal.

- Iré al baño un momento. Me avisas si despierta - aviso.

¿Que estaba haciendo?. Estaba metiendo la pata mas hondo de lo que ya estaba, con la persona a la que considero uno de mis grandes ídolos. ¡Malditos nervios!

Me acosté a lo largo de todo el sofá que había en la habitación  Niall había pagado por una atención realmente buena.

A los pocos minutos, Niall regreso.

- ¿Que tal estuvo el baño? - pregunte reincorporandome en el asiento.

Note la mirada rara que Niall me dirigió  era una pregunta tonta. Entonces me di cuenta, mis nervios no estaban dispuestos a irse...

- ¿Higiénico? - respondió dudando.

- Lo siento, es que estoy un poco nerviosa - comente y baje la mirada al suelo alfombrado.

- No tienes que disculparte - se sentó a mi lado - Solo soy una persona normal.

- No es posible tratarte como una persona normal - sonreí tímidamente.

- Intentemoslo - propuso - Soy Niall - me dijo estirando su mano.

Vacile por unos minutos, ese chico me ponía tan nerviosa que hablar se me hacia difícil.

- Kim - sonreí estrechando su mano.

- ¿Lo ves?. Solo dos adolescentes normales, teniendo una conversación en un cuarto de hospital - intento bromear.

Sonreí cabizbaja. Lo mire y por unos segundos nuestras miradas se conectaron.

- ¡Ya llegamos! - grito con todos los pulmones un chico de rizos abriendo la puerta.

- ¡Harry, cállate!. Estamos en un hospital, no en una disco - riño Niall yendo contra en rizado.

Obviamente el momento se había perdido. Pero eso no fue lo menos que me importo cuando vi entrar a Harry, Liam, Louis y Zayn por la puerta de la habitación.

- Tranquilo, Niall - calmo Liam - Harry, discúlpate - ordeno.

- Lo sieeeeeeeeeeeeeeeento - grito de nueva cuenta.

Vi a Liam estamparse una mano contra la frente.

- ¡Ven acá!. Hablaremos afuera, ya volvemos - aviso Liam mientras empujaba a Harry fuera del cuarto.

- ¡Oh no! ¡Papá me va a castigar! - grito Harry antes de que Liam cerrara la puerta.

Los cuatro nos quedamos mirando la puerta por unos segundos, definitivamente  mi banda favorita no era la mas normal del mundo.

- Bueno, ¿Niall que paso? - pregunto Zayn rompiendo el silencio.

- Atropelle a una chica - informo.

- Creo que eso es obvio - dijo Louis señalando a mi amiga postrada en la cama.

- ¿Como paso? - pregunto de nuevo, Zayn.

- Bueno...

Niall se callo de repente y dirigió su mirada hacia mi, como si me estuviera preguntando si podía contárselos. La mirada de Louis y Zayn me dieron mucha gracia, ya que me miraban de una forma un poco tonta.

- ¿Quien es ella, Niall? - pregunto picaramente Louis.

- A poco estas ligando a la amiga de la chica que atropellaste - bromeo Zayn.

¿Ligar?. No estábamos ligando, o eso creo...

- ¿Que? - se sonrojo Niall - ¡Claro que no!

- ¡Vamos Niall no nos mientas!. Somos tus mejores amigos - siguió molestando Zayn.

- Chicos, no están viendo lo importante. ¡Atropelle a una persona! - cambio de tema, Niall.

No me había dado cuenta que hasta ese momento, un poco incomodo, había pasado desapercibida por aquellos 5 jóvenes. Sin decir nada, callada y quieta, era hora de actuar.

- Yo se los contare si me lo permiten - avise levantándome del sofá.

Conté una versión corta de la historia, no estaba de ánimos para recordar aquel trágico accidente.

- Así que le ofrecí a Niall traerlo al hospital y no denunciarlo - finalice.

- ¡Eso te pasa por andar escuchando a Justin Bieber mientras manejas! - riño Louis dándole una palmada a Niall en la nuca.

- No importa. No me moveré de aquí hasta que esa chica despierte - sentencio Niall volviendo a sentarse en el sofá.

- Se llama Alex - informe.

- ¿Y como se llama la adorable rubia? - pregunto Harry, entrando mas calmado a la habitación.

- Kim - conteste.

- No te metas con ella Harry - sonrió Louis - Es la novia de Niall.

- Así que el pequeño duende ha estado haciendo de las suyas - bromeo Harry - Bueno ya que.

- Chicos tenemos que volver al hotel - aviso Liam.

- Niall piensa quedarse, Liam - informo Zayn.

- ¿Que? - se sorprendió - Niall tienes que volver, aun tenemos que preparar todo para el concierto de mañana - recordó.

- Lo siento, Liam. No me iré hasta que Alex despierte - cruzo los brazos.

- ¡Decídete, Niall! - grito de nuevo Harry - ¿La rubia o la chica hospitalizada? 

Observe como Louis y Zayn contenían la risa y a Liam masajeandose la cien.

- Tenemos que irnos, Harry - jaloneo Liam - Adiós, Kim - despidió.

- ¡Chau, rubiecita!. ¡Pídele a Niall mi numero! - fue su despedida, para luego desaparecer a causa de los empujones de Liam.

- ¿Irán tu y Alex al concierto de mañana en la noche? - pregunto Louis.

- Si Alex despierta, claro que si - respondí con una enorme sonrisa.

- Entonces toma esto - dijo Louis dándome unos pases para camerinos.

- Si tu amiga despierta, llévala. Nos encantaría conocerla y disculparnos por todo esto - informo Zayn.

- Nos despedimos, Kim. Te esperaremos mañana - dijo Louis y se fue seguido por Zayn.

Niall y yo nos habíamos quedado solos de nuevo...

- Así que... te quedaras toda la noche - repetí sentándome a su lado - ¿Y donde dormirás? - pregunte mirándolo.

- Aquí mismo - respondió golpeando el sofá.

- ¿Y donde dormiré yo? - pregunte de nuevo.

¡Lo había hecho!. Note casi al instante que Niall se había puesto incomodo, tal vez Zayn tenia razón .. tal vez si estábamos ligando. Me puse nerviosa de nuevo.

- ¿Sabes que?. Puedes quedarte con Alex esta noche, tengo que ir a casa a arreglar algunas cosas - avise caminando hacia la puerta- ¡Adiós! - dije fugazmente.

Lastimosamente, no me había dado cuenta que la puerta estaba cerrada, así que mi cara dio de lleno contra esta.

- ¿Estas bien? - pregunto Niall tratando de disimular su risa.

- S-si - tartamudee, abrí la puerta y salí de la habitación.

~~~

Me dolía la cabeza, me dolía mucho. Tarde un poco en reincorporarme y lograr sentarme. Inevitablemente mire hacia mis manos dándome cuenta que no estaba en mi casa.

Levante la mirada e intente ubicar donde me encontraba, pero con la luz de la noche, eso se hacia muy difícil.

Me levante con dificultad, con ayuda del borde de la cama, ya que si no me apoyaba en algo seguramente me caería.

Tantee un poco en la oscuridad logrando dar con una pequeña mesita donde se encontraba mi celular apagado.

Lo encendí. 9 llamadas perdidas de Mitch. Seguro que después de esto estaré despedida.

¿Que había pasado?. No logro recordar nada.

Alumbre un poco la habitación con mi celular, ahora me daba cuenta, estaba en el hospital.

¡Ya recordé!. Iba a WIMB'S cuando un imbécil me arrollo en medio de la pista.

¿Que sera de Kim? ¿Sabra que estoy aquí? ¿Aun estará siguiendo a esos 5 chicos?. Supongo que estas preguntas solo se responderán de una forma: saliendo de aquí.

Guarde mi celular en el bolsillo trasero de mis shorts y comenze a tantear tratando de llegar a la puerta.

- ¡Auch! - exclame en voz baja al golpearme la pierna contra un mueble - Estúpido sofá.

Inmediatamente alumbre con mi celular aquel objeto, causante de mis quejas.


Un chico rubio, dormía plácidamente sobre el. Tal vez era el imbécil que me arroyo, aunque en estos tiempos ¿Quien sabe?, tal vez era un transeúnte que andaba por ahí.

De alguna manera, el chico se me hacia conocido. ¿Donde lo habría visto?.

Como sea. Tome su celular, que estaba tirado en el piso, y le deje un mensaje de agradecimiento.

Al menos una de las muchas personas que estaban allí tenia un poco de ética como para ayudarme.

Continué mi camino hacia la puerta, encontrándola con éxito.

Gire la manija y por un momento, la luz cegó mis ojos. Salí de la habitación, no sin antes, mirar por ultima vez a mi salvador.

Sonreí, cerré la puerta y salí de ese lugar.

martes, 23 de julio de 2013

Capitulo 1


Mis ojos cafés fueron forzados a abrirse lentamente debido al fastidioso rayo de sol que se filtraba a través de mi ventana. El estúpido día había llegado. Me levante con una inmensa pereza, realmente no quería hacer nada este día.

- ¡Alex, levántate! - Grito una voz femenina desde afuera de cuarto.

Mire con fastidio la puerta. Lentamente camine hacia mi armario y saque unos shorts y una playera blanca. Me cambio, me puse mis queridisímas converse negras. Gire el pomo de la puerta con sumo cuidado y asome mi cabeza sigilosamente.

- Despejado - dije en voz baja mientras salia y me dirigía al baño.

Mi misión era simple. Debía pasar toda la mañana, y parte de la tarde, apartada de la mirada de Kim; de esta manera, ella se olvidaría de nuestro "inolvidable" día juntas.

- ¡HOLA! - Grito una voz chillona, haciendo que gritara y cayera derechito al piso.

- ¡KIM!. Creí que ya te habías ido - dije sobando la zona afectada.

- ¿Crees que pasaría este día tan especial sin ti? - pregunto con una rara sonrisa en el rostro.

- Eso esperaba... - dije para mi misma, levantándome del suelo

- ¿Que dices? 

- Que... tengo que lavarme. Nos vemos - y me encerré en el baño.

Suspire y apoye mi oreja contra la puerta, se oían pasos alejarse. Suspire otra vez. Enserio no quería ver a un estúpido quinteto de adolescentes. Pero debía reconocerlo, Kim había hecho mucho por mi, y nunca dejaría de agradecerle.

Ella me salvo de un problema muy grande: La vida. Mi madre murió cuando tenia apenas 6 años, mi familia nunca había sido de muchos recursos, pero cuando mi mama murió la situación comenzó a empeorar. Un día  mi padre había sido acusado de robo, por lo que yo, a la corta edad de 10 años, me vi sola frente a los peligros de las calles de Nueva York.

No todo fue malo desde que esa "tragedia" había pasado. Gracias a eso pude conocer a mi mejor amigo, Mitch, que pasaba por una situación similar...
Juntos hacíamos todo tipo de barbaridades: engañar era nuestra actividad favorita. 
El día que conocí a Kim, había sido un día difícil, apenas había conseguido unos centavos y aun no sabia donde dormiría esa noche.

Ahí fue cuando la vi. Vestía de manera elegante y se veía bastante perdida, era el blanco perfecto, así que fuí directamente hacia ella he hice lo que mejor sabia hacer.

- Disculpe, señorita - llame toncandole el hombro - No he comido nada en días y hace ya una semana que estoy deambulando sola. ¿Podría prestarme su teléfono para llamar a casa? - pregunte fingiendo ser tímida e indefensa.

- ¡Claro!. Y luego te iras corriendo con mi teléfono y mi bolso, ¿no es así?  - dedujo mirándome a los ojos.

Esa chica había adivinado mi plan sin haber movido un solo dedo. ¿Es que era tan obvia?, no, eso era imposible, llevaba 7 años viviendo de eso, no podía fallar. ¿Entonces, que fue lo que paso?

- Esta bien, tómalo - me entrego su bolso - Ahora puedes irte si quieres.

No sabia que hacer, así que solo me limité a mirarla de una manera un tanto desafiante.

- Se que no eres así, pero debes tener una buena razón para hacerlo - dedujo.

Hizo una mueca de asquerosidad cuando me vio de pies a cabeza, ¿realmente me veía tan mal?. Eso, definitivamente, era otro imposible, hace poco que le había "comprado" la ropa a una chica en la playa, pero al parecer para esta barbie no era suficiente.

- Soy Kimberly West, puedes llamarme Kim - saludo levantando su mano lista para un apretón.

- Alexandra - mire con desconfianza - Alex - corregí y estreche su mano.

- Bien, Alex. Tengo un trato para ti - informo tomando su bolso - Soy nueva en N.Y. y es obvio que no tienes un lugar donde viv...

- ¡Al punto niña! - ordené.

- Obviamente pareces saber mucho sobre Nueva York y mi departamento tiene espacio para una persona mas así que...

Esta chica, aparentemente de mi edad, vivía sola y me proponía ir a vivir con ella para que le enseñe Nueva York, a mi, a la persona que hace un momento iba a robarle.

- ¡Vamos!. No muerdo, solo he venido por estudios - informo.

Tenia que ser cuidadosa, ¿pero que si esta chica decía la verdad?, después de todo, Nueva York es una ciudad muy peligrosa para una recién llegada.

- ¿Por que haces esto? - pregunte curiosa.

- Digamos que tengo un talento para detectar buenas personas, aunque intenten aparentar lo opuesto - esta ultima frase lo dijo para si misma, pero yo logre oírla.

Kim comenzó a caminar. Ahora que lo pensaba, tal vez no tenia mucho dinero, de lo contrario no le estaría pidiendo ayuda a una extraña.

- Mi casa es por aquí, vamos - animo.

Así comenzó nuestra bonita amistad, luego de tres años viviendo juntas me di cuenta que, de verdad, ella no era la gran cosa. Habia llegado a N.Y. por una beca en una escuela superior, de todas formas habría sido un error robarle en aquel momento.

Tenia una inmensa deuda con ella, así que, cuando me entere que su grupo favorito ofrecería un concierto en Nueva York, no dude ni un minuto, junte lo poco que tenia, y le compre un par de boletos para que ella y una amiga fueran a verlos, desgraciadamente, no conté con que la única amiga que Kim tenia, era yo.

Así que ahí, encerrada en el baño, me dispuse a pensar en un plan de escape. Hoy tenia muchas cosas que hacer y ver a 5 chicos no estaba en la lista, ¿que podría inventarle a Kim para que no se moleste?.

Me mire en el espejo, note mi mirada cansada y mi cabello castaño estaba totalmente despeinado... ¡lo tenia!. Fingiría estar enferma...

Rápidamente me lavé, me peiné y salí del baño fingiendo que había vomitado.

- Aaahhh, aahhhhh - me quejaba.

- ¡No me vas a engañar! - grito Kim desde la cocina - Ahora baja, el desayuno esta listo - aviso.

¡Rayos! ¿Como es que siempre adivinaba todos sus planes mucho antes de que empiecen?. 
Resignada, bajé a la cocina para ver un increíble festín.

- ¡Wao! - exclamé boquiabierta - ¿Kim, por que hiciste todo esto?

- Porque eres mi mejor amiga y por... 

- ¡No lo digas! - corté - Iré contigo.

Demonios, enserio no tenia escapatoria... tenia que cumplir con mi condena.

- Y bien. ¿A que hora llegan? - pregunté tratando de calcular mi tiempo.

- A las cinco de la tarde - emociono - Pero debemos estar ahí a las tres, no sabes la cantidad de chicas que habrán.

Suspiré. Vi mi plato lleno de comida y me lo trague todo en cuestión de segundos, necesitaba salir.

- Ok, ya que aun tenemos tiempo saldré un rato a WIMB'S - avise y salí de la casa sin dejar que mi compañera responda.

Las calles de Nueva York estaban mas llenas de lo que normalmente estaban. ¿Acaso a esos 5 chicos les gustara tener tanta mujer detrás de ellos? ¿No se aburrirán? . Resoplé y me acomodé un mechón rebelde detrás de la oreja, acto seguido me dispuse ir a WIMB'S.

Caminaba con tranquilidad, admirando el paisaje que se formaba a mi alrededor. Tantos años de allá para acá que nunca me había detenido a admirar la belleza de los lugares en los cuales había estado, y pensar que si no fuera por Kim aun seguiría sin hacerlo. 

WIMB'S no estaba muy lejos de casa, así que llegue en aproximadamente unos treinta minutos. Toque la puerta.

- ¡Alex!. Creí que habías pedido el día libre - Saludo Mitch apenas abrió la puerta.

- Yo también lo había creído - suspiré.

- ¿Oye, hoy no tenias esa cosa con Kim? - Pregunto dejándome pasar y cerrando la puerta.

- Aun tengo esa cosa con Kim - corregí.

Y aun no podía creer lo que estaba dispuesta a hacer por esa chica de cabellos rubios y mirada marron. Todo porque ella sea feliz...


- Ten, toma esto - Mitch me lanzo un mandil que se amarraba en la cintura.

Lo entendí perfectamente, por eso había venido aquí después de todo.

WIMB'S es un pequeño restaurante muy conocido por esta zona, casi siempre esta lleno, a excepción de fechas importantes o los días en los que el jefe esta de malas...

El día se paso rápido y sin darme cuenta estaba comenzando a hacerse tarde, las mañanas en WIMB'S siempre se pasaban rápido gracias a Mitch.

- Alex, ya son las 4 - me dijo Mitch.

- ¡¿Que?! - exclamé asustada - ¡Oh por Dios! ¡Kim me matara! -  exclamé quitándome el mandil a una velocidad sorprendente y dejándolo caer donde sea, me apresuré a salir por la puerta trasera.

- ¡Alex! - Grito Mitch a lo lejos.

No tuve tiempo de responderle, necesitaba llegar rápido  Corría y corría por las extensas calles de N.Y. sin darme cuenta que había dejado algo muy importante en el restaurante: mis llaves.

Demasiado tarde, me faltaba poco para llegar y no encontraba las malditas llaves.

- ¿Donde están? - me preguntaba sin dejar de correr mientras me tanteaba los bolsillos del short.

Genial, había llegado a la casa y aun no encontraba las llaves. 

- ¿Buscabas esto? - pregunto una Kim al pie de la puerta con un objeto de metal en sus manos.

- ¡Kim! - exclamé sin saber que decir - ¿Como las encontraste?. Creí que...

- Las dejaste en WIMB'S, Mitch vino en su moto y me las dio - explico.

- ¿Eh?. ¿Dijiste en su moto?  - pregunte molesta pensando que Mitch pudo averse ofrecido a llevarme.

- El dijo que te llamo pero no le hiciste caso. Así que vino el.

Una mala jugada del destino. Otra de las cosas que no entendía era cuando mi mala suerte por fin estaría dispuesta a abandonarme.

- ¡Vamonos ya! - exclamo Kim jalandome del brazo.

No me dio tiempo ni de disculparme por llegar tarde, cuando me di cuenta ya estaba sentada en un taxi con dirección al aeropuerto.

No paso mucho tiempo hasta llegar, la verdad es que a mi se me había hecho eterno, ya que Kim no podía dejar de hablar de lo maravillosos que eran aquel quinteto de jóvenes.

La verdad es que yo no era fan de la música, como cualquier persona escuchaba unos que otros cuantos mixes, pero de ellos nunca había oído. Tal vez por su ajetreada vida.

- ¡Llegamos! - exclamo extremadamente emocionada Kim.

- Nunca pensé ver a tantas chicas ruidosas reunidas - Bromee.

- ¡Vamos! - me volvió a jalonear Kim, ignorando mi comentario.

Habían muchos guardias de seguridad en aquel lugar, tantos que no pudimos llegar siquiera a la puerta. Pasada una hora y diez minutos, la multitud de chicas comenzó a gritar estruendosamente e instantáneamente me puse de pie, ya que me había sentado en el piso cansada de tanta espera, me levante y pude apreciar a Kim, también gritando.

- ¡Son ellos! ¡Son ellos! - gritaba eufórica Kim.

- Kim no te emociones mucho, no se puede ver nada desde aquí, cinco manchitas a lo mucho - recordé.

Y no era del todo mentira. Tuve que ponerme de puntas para alcanzar a ver, al menos, cuatro cabezas que pasaban sonriendo y dando besos a todas las chicas. ¿Cuatro?. ¿Donde estaba el quinto?. 

Era estúpido todo esto, ellas ni siquiera los conocían y aun así les gritaban "Te amo" o "Quiero casarme contigo" y, aun mas sorprendente, ellos les respondían con locuras similares.

Algo comenzó a vibrar en el bolsillo trasero de mis shorts, cuando eso pasaba algo no andaba bien.

De: Mitch     Para: Alex        Hora: 05:13
Mensaje: Noel esta aquí, quiere a todos los empleados. ¡Ven rápido!

Resoplé. Volteo para mirar a mi mejor amiga gritar como loca una vez mas, me escabullo entre la multitud y logro salir. Seguro que Kim no se molestaría, ya la vería en casa y seguiría escuchando todos sus disparartes.

Luego de una eterna jalda de cabellos, empujones y arañazos logré salir casi sana.

De nuevo mi celular estaba vibrando, esta vez era una llamada. ¿Que debía hacer?. Si contestaba, Mitch me diría que me apresure y lo menos que quería era seguir siendo mandoneada; si no contestaba... no importaba.

Decidí no contestar pero ir, como siempre, corriendo hacia WIMB'S.

Un pie y luego el otro. Apunto de cruzar la pista. Una luz. Un golpe. Oscuridad

~~~

¡Aun no puedo creer que estén a escasos metros de mi! ¡One Direction estaba en la ciudad, bebe!. 

Estaba admirando su belleza cuando una chica detrás mio comenzó a empujarme.

- ¡Quítate! - grito mientras me empujaba.

No necesitaba pelear, yo tenia cerebro... o eso decían mis papas. Pude notar que justo detrás de la chica había un chico de unos 19 años, ya tenia mi idea.

Antes de salir de aquella multitud, trate de acercarme lo mas sigilosamente posible a aquella chica y tuve la oportunidad de poner mi mano en su parte trasera y automáticamente salí de ahí.

- ¿Que crees que haces? - grito la alocada chica.

- ¿De que hablas? - pregunto el chico.

Hacia un esfuerzo sobre humano por tratar de contener mi risa. Me daba un poco de pena tener que sacrificar a ese chico, pero nadie se metía entre One Direction y yo...

Pasados unos 10 minutos de total locura, One Direction se subió a su limusina y se marcharon siendo seguidos por los centenares de chicas que estaban en el aeropuerto.

Decidí no seguirlos, ya que seguramente Alex deseaba irse desde hace rato. Voltee la mirada para buscarla y no estaba, seguro estaría en la tienda o en el baño. Trate de llamarla pero su celular me mandaba directo a la contestadora. ¿Donde se había metido?.

Busque en todos lados: la cafetería, los baños, las tiendas... nada. Empezaba a preocuparme. 

- ¿Donde estas? - me pregunte a mi misma tratando de imaginar otro lugar en el que podría estar.

Una multitud de personas reunida en medio de la pista y una ambulancia llamo mi atención.  

Tal vez Alex este de chismosa por ahí.

Definitivamente estaba ahí, pero no como espectadora...

Tirada en el piso, desmayada. Así se encontraba mi mejor amiga. Rápidamente me abrí paso entre la multitud y me arrodille junto a ella e inesperadamente, comencé a llorar.

- ¡Alex! ¡Alex despierta! - llamé sacudiéndola con lagrimas en los ojos.

- ¡Señorita, no haga eso! - llamo la atención un paramédico - Aun no sabemos si podría tener un hueso roto - informo - ¿Quien es usted?.

- Su compañera de cuarto - logre decir con voz temblorosa - ¿Que fue lo que paso? - dije levantándome del piso y limpiándome las lagrimas con la muñeca. Tenia que aparentar ser adulta.

- Fue atropellada mientras cruzaba la calle, le recomendamos no moverla por favor. Nosotros nos ocuparemos de esto - indico, acto seguido se fue con sus compañeros y empezaron a bajar la camilla.

La veía ahí desmayada, tan frágil, tan tranquila, tan todo lo que ella no era, e inmediatamente mi vista se fijo en el auto que aun estaba parado ahí. Al parecer el conductor no había bajado aun, ya que un policía le tocaba la ventanilla negra diciéndole todo lo ocurrido.

No aguante mas y me dirigí furiosa contra aquel auto azul, automáticamente tome la tonfa del policía y la estrelle contra la luna para el asombro de todas las personas allí presentes.

- ¡Da la cara, cobarde! - ordene furiosa.

Me quede sin habla al abrir la puerta de ese auto. Un chico rubio se encontraba con los brazos sobre la cabeza, posiblemente para cubrirse de los vidrios. No era posible, era un sueño, el no...

¡Niall Horan había atropellado a mi mejor amiga!

- Señor, baje del auto - ordeno el policía mientras me quitaba la tonfa de la mano.

Niall parecía estar en shock, sus ojos estaban muy abiertos, sus pupilar dilatadas, estaba mas pálido de lo normal y no dejaba de temblar. Estaba tan asustado que casi se cae bajando de su propio auto, así que el policía lo ayudo e inmediatamente le puso las esposas detrás de la espalda. Parecía no darse cuenta de lo que estaba pasando.

Me entretuve un buen rato viendo el pequeño show que montaban, hasta que una enfermera se acerco a mi y me pregunto si iría con Alex al hospital.

- Si, claro que si - dije y puse un pie dentro de la ambulancia.

¿Que estaba haciendo?. No podía dejar a ese ángel allí, con todo este peso encima y en ese estado.

- ¡Señor! - Llame al policía.

Vi que el policía le dijo unas cuantas palabras a Niall, pero no logre escuchar que.

- Dígame, señorita - contesto amablemente.

- ¿Que hará con el? - pregunte señalando a Niall, que seguía en estado de shock.

- Lo llevaremos a la comisaria e investigaremos el accidente. A raíz de eso decidiremos que hacer con el. La mantendremos informada - informo.

¿Realmente era capaz de dejar a una persona así, después de lo que me ofrecí a darle a Alex unos años atrás?.

Abrí la boca para responder pero algo, o mejor dicho, alguien me interrumpió.

- ¡No, por favor! ¡Déjeme ir con ella al hospital! - parecía como si a Niall se le hubiera desanudado la lengua - ¡Esto fue mi culpa! ¡Quiero saber como estará la chica! - suplico.

- Usted ha cometido un delito, necesito llevarlo a la estación - insistió el oficial.

Se estaba empezando a formar una discusión entre el oficial y Niall, la ambulancia apunto de irse...

- ¡Oficial! - llame la atención - Déjelo venir conmigo, no levantare cargos contra el...

Oí al policía lanzar maldiciones en voz baja y a Niall suspirar muy fuerte.

- ¡Esta bien! - exclamo enfurecido - Pero esto queda bajo su responsabilidad - le quito las esposas a Niall, se subió a su auto, azoto la puerta y se fue.

- ¡Rápido!. La ambulancia se ira - apure.

Ambos subimos al auto rápidamente, los enfermeros cerraron la puerta y nos dirigimos camino al hospital.