domingo, 19 de enero de 2014

RECUERDO #1

- Hija... despierta cariño - susurro una mujer de cabello negro y ojos pardos mientras movía levemente a una niña de cabellos castaños.

La niña abrió sus ojos pardos y sonrió al toparse con el rostro de sus madre. Ella le devolvió la sonrisa con la ternura que solo una madre puede tener, le beso la frente.

- Baja cariño, hay una sorpresa esperándote abajo.

La niña se sobo los ojos con sus pequeñas manitas, debería tener unos 5 años por lo menos. Se quito las sabanas que cubrían su cuerpito y se dirigió al baño que estaba al lado de su habitación.

Abrió la llave del grifo y lavo su cara, seco sus manos con la toalla que se encontraba a su derecha y salio del baño. La pequeña se metió de nuevo a su cuarto, esta vez para cambiase y hacerse el gracioso - y adorable - peinado de dos coletas altas.

Notablemente ella estaba emocionada, bajo corriendo las escaleras dando un salto para no tener que bajar los dos últimos escalones. Corrió hasta llegar a la cocina en la que su mamá estaba sentada frente a un gran paquete con un lazo en la tapa.

- No es mi cumpleaños, ¿verdad? - pregunto inocentemente la niña.

- No, mi amor. Abre tu regalo, vamos - animó la madre.

La niña dio saltitos hasta llegar a la mesa, donde miro el regalo muy intrigada y finalmente se lanzo sobre el. La niña desgarraba cualquier rastro de papel que envolvía al objeto, no quería dejar nada de el. 

- Tranquila, pequeña.

Pero la niña no hizo caso a las palabras de su madre y siguió ocupada con el papel de regalo. Cuando por fin llego a arrancar cada pequeño pedazo de papel sobrante, dio con una pequeña caja de cartón: dentro se encontraba su regalo.

La niña saco con cuidado el objeto que se encontraba dentro de la caja, era una bola de nieve de cristal con un oso encerrado.

- ¿Que es esto, mami?

- Ven aquí, pequeña.

La madre tomo a la niña entre sus brazos y la levanto hasta sentarla sobre su regazo.

- Vivimos en Miami, aquí nunca hay nieve - comenzó la madre - Sabia que estabas muy ilusionada porque nos mudaríamos a Nueva York y por fin podrías ver la nieve, pero me temo... que ese sueño tuyo tendrá que esperar.

La madre le dirigió a la niña una mirada de suma tristeza, como si quisiera pedirle perdón por no poder llevarla a conocer la nieve.

- Pero papá...

- Tranquila cariño, no dejare que nada te pase. El no podrá encontrarnos

La pequeña asintió con la cabeza, pero aun se notaba insegura. Al notar esto, la madre abrazo a su hija mientras susurraba en su oído que la protegería con su vida si es que fuera necesario.

- Mami, ¿que pasara con papá? - pregunto la niña aun sin sacar la vista de su bola de cristal.

- Papá tendrá que estar alejada de nosotras por un tiempo - trató de decir suavemente - Ahora solo somos nosotras dos - finalizo con una sonrisa.

La niña asintió dudosa, lo que su padre habia tratado de hacer con ellas habia estado mal, ¿pero porque tenia que estar alejado de ella como decía su mami?. 

- Mami, iré a dejar mi regalo en mi habitación - aviso.

Salto de las piernas de su madre hacia el piso y corrió nuevamente, escaleras arriba, hacia su habitación. Empujó la puerta y se aproximo rápidamente hacia su pequeño tocador donde dejo la bola de cristal a un lado del espejo.

Ella estaba fascinada, maravillada con la belleza que puede tener la nieve aunque no sea real. Se imagino a ella junto a su madre en Nueva York, rodeadas de nieve, jugando entre ellas. Estiro los brazos y cerros los ojos imaginando la escena, era realmente encantadora, el mundo perfecto para ella, pero rápidamente se dio cuenta que aun estaba en su pequeña habitación en Miami. Bajo los brazos y suspiro resignada, su sueño habia sido tan bonito...

- ¡Hija, baja! - llamo su madre.

- ¡Ya voy! - contesto.

Le dio una ultima mirada a la bella bola de cristal con el osito dentro y salio de su habitación. Corrió lo mas rápido que pudo a través de los pasillos y las escaleras para poder llegar con su madre, no importaba donde estuvieran mientras estén juntas y sin su amenazante padre.

- ¡Aquí estoy! - grito apenas entro en la cocina.

No sabia que habia pasado, la imagen que se formaba ante sus ojos era turbia y muy confusa. Él estaba parado frente a su temblorosa madre - que solo podía atinar a ver sorprendida a aquel hombre - mientras sontenia con sus manos una carpeta bastante gruesa.

- ¿Que esta pasando, mamá? - pregunto la niña apenas pudo salir de su asombro.

- Hija, te presento al Sr. Akerman. El nos ayudara a alejarnos de tu padre - explico.

La pequeña ladeo la cabeza en señal de que no habia entendido la oración de su madre. ¿Alejarse de su padre?. Ella creía que el asunto ya estaba mas que arreglado. Su padre habia enloquecido hasta el punto de golpear a su madre y a ella, y eso la ponía muy triste.

- ¿A donde nos llevara? - pregunto queriendo despejar sus dudas.

- A ti, mi cielo, a ti...

Ahora entendía mucho menos. ¿Se la llevarían a ella y no a su madre?. ¡No!. No quería alejarse de su madre, no quería quedarse sola...

- ¿Y tu mami? - pregunto, esta vez muy preocupada por lo que pasaría con su mamá

- Yo estaré bien, hija. Soy una adulta - recordó.

- ¡No!. Yo quiero quedarme con mi mamá - grita la niña apunto de llorar.

Corrió a abrazar a su madre. Ahora podía ver mas de cerca al elegante Sr. Akerman. Era mas viejo de lo que aparentaba hace unos segundo antes de que ella se acercara mas, su ceño fruncido solo lo hacia ver mas serio de lo que su terno ya lo hacia y esos lentes oscuros lo hacían parecer mas de esas películas de agentes secretos que le gustaban tanto.

- Sra. Tanner, solo necesito que firme los papeles y podremos llevarnos a su hija - el hombre saco de su carpeta de documentos una hoja impresa y la deslizo sobre la mesa hasta quedar frente a su madre.

La mujer tomo el documento, lo levanto para observarlo mejor, miro al Sr. Akerman y luego a su hija que se negaba a despegarse de ella mientras dejaba salir de sus ojitos marrones unas cuantas lagrimas.

- Estarás bien, yo lo se - le susurro acariciando su cabecita.


La Sra. Tanner tomo un bolígrafo que el Sr. Akerman habia puesto al lado del documento y firmo el papel, luego miro de nuevo a su pequeña hija y trato de convencerse que lo que estaba haciendo era lo correcto para así tratar de que el dolor de separase no sea tan grande.

- No sera por mucho, amor.

Pero la pequeña ya no hacia caso a lo que su madre le decía para calmarla, ella simplemente habia dejado de escuchar para echarse a llorar sobre el regazo de ella. 

- ¡Mamá yo quiero estar contigo! - gimoteaba la niña sin soltar a su madre.

- No te preocupes, nena. ¡Estarás en Nueva York!. ¡Veras la nieve! - trataba de animar, pero a cada palabra de la madre, la niña solo aumentaba su llanto.

La madre de la pequeña hizo una seña con su cabeza para pedirle al Sr. Akerman que las dejara solas para poder despedirse. Ella tomo a su hija entre sus brazos y ambas se fundieron en un abrazo lleno de amor, deseando que no sea el ultimo.

- ¡Mama no me dejes! - pedía la niña

- Es lo mejor para las dos, hija. Si estamos separadas él no podrá encontrarnos tan fácilmente.

- ¡Yo quiero estar contigo!

Al darse cuenta que su hija no haría nada mas que llorar, la madre solo podía abrazarla y darle todo el cariño que podía en esos minutos de despedida.
- Todo va a estar bien, hija - le susurraba una y otra vez con la esperanza de que su ángel deje de llorar.


Pasaron varios minutos antes de que la pequeña deje de llorar y asimile todo lo que estaba pasando. Ya habia empacado sus cosas, su madre le habia dicho que se llevara solo lo esencial, por lo que ella solo habia tomado una mochila y lo habia metido todo allí.

- ¿Estas lista? - pregunto cuando vio a su hija lista para salir.

La niña no respondió, solo miraba el suelo y de vez en cuando sorbía por la nariz. Esta no era la forma de arreglar las cosas y su madre lo sabia. Desde que pusieron la denuncia contra su padre las cosas habían empeorado para ellas. La policía no habia podido atraparlo y ahora estaba vagando por las calles en su búsqueda, quien sabe para que.

- Vamos, mi amor. Iré a visitarte cuando pueda, cuando arregle todas estas cosas y podamos estar juntas de nuevo.

- ¿Lo prometes? - la pequeña sentía un poco de esperanza luego de las palabras de su madre.

-  Lo prometo - beso a su hija en la frente y la acompaño hasta la puerta.

El Sr. Akerman ya se encontraba listo para partir. Cuando vio a la niña salir, tomo su mochila y le abrió la puerta trasera del auto para que subiera. Cuando ella lo hizo, el cerro la puerta y se se metió directo en el asiento del conductor.
La niña pego su mano a la ventana y su madre hizo lo mismo. Ella le sonrió y susurro algo que no puedo escuchar, el auto se empezaba a mover dejando atrás a su madre.


Recostó su cabeza en la parte posterior del asiento y su mirada se vio perdida en la nada. No podía creer todo lo que habia pasado en el día que por fin podría ver la nieve caer, parecía irreal, parecía todo un mal sueño. Pero el dolor que sentía por haberse alejado de su madre le hizo saber que todo era real. Su padre era una mala persona que las estaba buscando y necesitaban protegerse, su padre...


Se deslizo hacia la parte opuesta de donde se encontraba y apoyo su mentón cerca de la ventana para poder ver el panorama, tal vez eso la haría olvidarse de todo lo que le habia pasado en un solo día. 

- Tranquila, pequeña. Es mi trabajo, te prometo que todo estará bien.

- Todos me dicen eso...

- Es porque es verdad - el Sr. Akerman no quitaba la vista de la carretera.

Pero algo ya no era lo mismo en ella, el sentimiento de cariño hacia su padre ahora era totalmente diferente, por su culpa ella y su madre habían sido separadas y estaban sufriendo tanto. Desde que tuvo uso de razón le enseñaron que las personas que hacen cosas malas nunca ganan, que las personas malas tienen que pagar por sus actos...

lunes, 6 de enero de 2014

Capitulo 11

Primero que nada FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO super atrasados!! :D...

Gracias por leerme y espero que la historia se haga mucho mas conocida este año. Lo que me pone muy triste es que veo que las entradas las ven muchas personas, pero casi nadie las comenta :(. Esta historia no puede seguir avanzando sin su ayuda queridos lectores, necesito saber si es de su agrado y si no recomienden cosas para que sea perfecta :). Yo las leeré y las incluiré si me parecen interesante :). Si mas, los dejo con el cap...


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6 días habían pasado ya y Kim aun no me hablaba, era todo un récord para ella, con eso ya sumaban 2 semanas. Kim ya no pasaba tiempo en la casa, ahora que sus nuevos amigos tenían una casa en la misma ciudad que nosotras, la mayor parte del tiempo estaba con ellos.

A veces extrañaba la ingenuidad y compañía de Kim, pero ella me estaba evitando. Cada vez que llamaba a Liam o cualquiera de los chicos y pedía hablar con Kim, decían que estaba ocupada o habia salido a comprar algo. ¿Que tan molesta puede estar una persona como para molestarse por tanto tiempo con la persona que consideraba su mejor amiga?

- No se que hacer - dije echada en mi cama y tapándome la cara con una almohada.

- Deberías hablar con ella - propuso Zayn

Le habia pedido a Liam que viniera con los chicos cuando Kim se encontraba en la escuela para poder arreglar todo este asunto. Normalmente no pedía ayuda con mis problemas, pero la necesitaba de ellos si quería que Kim volviera a ser mi amiga.

- Lo intento, pero ustedes lo vieron. Ella se niega a hacerlo.

- ¿Por que no las encerramos en este cuarto hasta que se hablen? - acoto Harry - Eso funciona en las películas.

- Harry, esta es la vida real - recordó Louis.

- Solo tomaremos en cuenta opiniones inteligentes - Liam parecía ofendido por el comentario.

Habíamos estado tratando de encontrar una solución por mas de dos horas y no teníamos absolutamente nada. Todos opinaban y reían de las soluciones absurdas que decía Harry, todos menos Niall...

- ¿Por que tu no dices nada? - le pregunto mirándolo - Eres el que el mas cercano a ella en estos momentos.

Niall estaba sentado en un montón de almohadas tiradas sobre el piso. No nos miraba, solo estaba sentado allí con los brazos cruzados mirando a la nada. Muy perdido en su mundo...

- ¡Niall! - llamo Liam al darse cuenta que no habia respondido a mi pregunta.

- ¿Que? - respondió sobresaltado mirándolo de repente.

Todos los presentes - menos Niall por supuesto - cruzamos una mirada confundida. ¿En que estaría pensando el pequeño rubio como para no querer participar en nuestra "interesante" conversación?.

- ¿Que opinas? - volví a preguntar.

Niall esquivo mi mirada, se levanto y salio de la habitación. En las pocas veces que habia estado con el y los chicos, nunca lo habia visto marcharse de algún lugar tan... ¿confundido?. Algo tenia Niall en la mente, algo que no quería compartir con nosotros, pero de algo estaba segura. Si ese algo que no se atrevía a decir estaba relacionado con Kimberly, yo tenia que saberlo...

- Iré a hablar con él - avise levantándome de la cama - Quédense aquí, aun necesito ideas.

- ¿Eso quiere decir que mi idea no esta aprobada? - pregunto ingenuo Harry.

Todos dejamos salir un GRAN suspiro. No sabia porque lo habían hecho ellos, pero yo lo habia hecho porque creía que una persona no podía ser tan... Harry.


No fue difícil encontrarlo, nuestra casa no es tan grande. Lo encontré sentado en el escalón rumbo al pequeño jardín que se encontraba en la parte trasera de la casa. Tenia la cabeza gacha y abrazaba sus rodillas con notable tristeza. Me acerque por detrás tratando de no invadir su espacio personal sin su permiso, me senté a su lado y también abrace mis piernas como él.

- ¿Estas bien? - fue lo primero que se me ocurrió decir.

Niall no contesto. ¿Otra vez estaría en su mundo o simplemente no quería tener una charla conmigo?. Enterró su cabeza entre la abertura de sus piernas como si fuera un niño al cual castigaron por hacer algo muy malo.

- Se que no somos muy buenos amigos. De hecho, se que no hemos hablado mucho desde que nos conocimos, pero no soy tonta... se que te pasa algo.

Era como hablarle a una pared de ladrillo, no se movía ni emitía ningún sonido. Creía que el era el mas feliz de los cinco y de hecho Liam me lo habia contado en uno de nuestros encuentros en Central Park. El me habia dicho que Niall era como un bebe al cual lo cuatro tenían que proteger, suele ser muy sensible y llorón cuando algo le afecta. ¿Por que de repente recordaba todo lo que me habia contado sobre Niall Horan?, eso demuestra que tal vez si me este llegando a encariñar con estos chicos, eso no puede seguir pasando...

Los mensajes de R se habían detenido luego del mensaje que recibí cuando estaba en la tina. ¿Habrá sido solo una mala broma, o de verdad alguien intentaba meterse en mi vida de nuevo?. De todas formas, tenia que ser muy cuidadosa con las personas vinculadas conmigo. Si era la misma persona de hace 4 años, debía tener mucho cuidado y mas si estos chicos ahora forman parte de mis amistades. Realmente no quería que nada malo vuel...

- Lo siento - susurro Niall.

Mi mirada ahora se concentra en él y ya no en la nada para permitirme pensar en mis monólogos mentales. Sigue en la misma posición, no a movido ninguna extremidad de su cuerpo. ¿Por que se disculpa? ¿Por que conmigo?

- ¿Por que te disculpas?

- La conciencia... me mata.

¿Lo mata la conciencia?. Ahora si que estoy confundida, ¿cuando Niall habia hecho algo malo?.

- ¡Pero que dices...! - rio.

- Fui yo... - hace una pequeña pausa - fui yo el que lo hizo.

Ya no podía mas. Trato de enfocarme solamente en él, pero me es imposible llegar a comprenderlo en su totalidad.

- ¿Que estas diciendo? - susurro mas para mi misma que para él.

Justo cuando Niall levanta la cabeza y me mira para responderme, llegan Louis y Liam.

- ¿Niall, estas bien? - preguntan al mismo tiempo notablemente preocupados.

Y es que yo estaba tan concentrada en sus palabras que no lo habia notado, Niall estaba llorando... ¡el estaba llorando!. No quiero pensar que es mi culpa, que yo no he hecho nada. Pero poco antes de que ese par llegara el me habia pedido perdón por algo que supuestamente habia hecho.

Mi celular comienza a vibrar e instintivamente lo saco y leo el nuevo mensaje recibido. 

" ¿Que pasa, querida?. Creía que eras mas inteligente. El pequeño rubio esta sufriendo por causa tuya y tu solo miras...  No cambias. Es hora de comenzar el juego y yo ya he movido la primera pieza, ¿que es lo que harás, A?. ¿Los fantasmas del pasado o mejor aun, de hace un par de semanas, no se van?. Estoy esperando tu jugada... " - R

Tal vez estaba subestimando a esta persona, ahora no tenia dudas... este es el mismo R de hace 4 años. No sabia que hacer, pero la desesperación no era una opción, esta persona es peligrosa. El ya habia movido la primera pieza, ¿que rayos significa eso?. ¿Acaso el juego por saber quien lleva mejor mi vida estaba a punto de iniciar otra vez?.

- Alex, necesitamos hablar.

Me sorprende que no sea Liam el que lo pide, sino Louis. Esperamos a que Liam y Niall salgan de nuestro campo de visión y él comienza a hablar.

- Tengo que confesarte algo - suelta de la nada.

Estaba acostumbrada a que me digan las cosas sin rodeos y sabia que Louis era una de esas persona, pero no esperaba que fuera TAN directo.

- ¿Que es lo que esta pasando?. ¿Que ocultan? - si Louis era directo, yo también lo seria. Y yo tenia muchas preguntas para él.

Louis suspira, se pasa una mano por el cabello. No se si es una buena o mala señal, pero ya no quiero andar con mas silencios incómodos ni preguntas sin responder. Estaba decidida, si Niall no me daba respuestas, Louis lo haría.

- Se que debe haber muchas preguntas en tu cabeza sobre como nos conocimos...

- Me es indiferente, pero quiero acabar con el misterio. ¡De que diablos estaba hablando Niall! - exijo saber.

Louis vacila, no de deja de mirar incontroladamente cualquier cosa que hay por aquí y eso me pone un poco mas nerviosa de lo que ya estoy.

- ¡LOUIS! - mi paciencia se estaba agotando y mis nervios seguían de punta.

- Escucha, Alex. Tienes que saber que esto es difícil, él no lo hizo apropósito. Sabes que él nunca le haría nada malo a nadie

- Lo sé, ahora dime qué esta pasando.

Louis mira a todos lados por enésima vez. Me mira. Lo miro. Posa sus manos sobre mis hombros.

- No hagas un escándalo - pide

- Se nota que no me conoces, Lou.

- Nosotros te conocimos porque... - hace una breve pausa - ¡Niall fue el que te atropello en el aeropuerto!. El se quedo contigo...

Me suelta. No se que decir, siento que mi lengua tiene un nudo que no es fácil de deshacer. Nunca me habia detenido a pensar profundamente en como Kim conoció a estos chicos. Si, yo sabia que algo habia pasado en el aeropuerto, pero mi mente no era tan retorcida como para pensar cosas malas sobre ellos. Si esto es verdad, ¿porque no salio en las noticias?, ellos con famosos y una noticia de tal magnitud era imposible de ignorar. 

- ¿Estas bien? - pregunta Louis casi en un susurro.

- Necesito pensar, ¿puedes irte?.

Louis asiente con la cabeza y comienza a caminar. Paso mis manos por mis cabellos castaños despeinandolos totalmente al mismo ritmo que me apoyo en la pared y me dejo resbalar hasta quedar sentada en el piso. Vuelvo la mirada a Louis solo para toparme con la mirada preocupada que me manda.

El misterio se habia acabado y aun no tenia ni la mas mínima idea de como afrontar la verdad. Louis vuelve a caminar hacia mi y se arrodilla a mi lado.

- Creo que... tienes que hablar con él.

- No -  digo tajante.

- Alex, lo necesitas - pareció ordenarlo.

Sigo en la misma posición en la que caí al suelo: manos a ambos lados de la cabeza, piernas flexionadas y mirada totalmente perdida. Desde luego, hasta un desconocido se preocuparía. No quería creerlo, pero solo habia una forma de terminar con esto... el mensaje. Cuando salí del hospital sin decirle nada a esa persona que estaba conmigo - Niall - habia dejado un mensaje de agradecimiento en su teléfono. ¡Por eso se me hacia tan conocido!. Kim siempre me habia mostrado la vida de estas cinco personas.

- Vamos...

Louis me ayudo a levantarme. Yo aun estaba en estado de shock. Parecía una invalida, apoyándose en una persona para poder caminar. No me habia dado cuenta, pero ¿estaba temblando?. 

- Niall... - llamo Zayn cuando nos vio entrar.

El estaba en las mismas condiciones que yo, o tal vez peores. Tenia los ojos rojos e hinchados, Harry y Liam le susurraban cosas al oído o le daban palmaditas de animo en la espalda. Siempre - en el fondo de mi mente desde el accidente - pensaba en que haría con la persona que me mando al hospital cuando lo tuviera en frente. Ahora lo tenia, y las cosas que pensaba de él no eran para nada malas. No podía hacerlo, no podía juzgar mal a este chico. El verlo sentado en la silla de la pequeña mesa de la cocina, tan sencillo, tan frágil, tan Niall...

- Tienes que decirme... porque. - se que mis palabras sonaban a una suplica.


Su mirada se poso en Liam, que le asintió con la cabeza; luego Harry, el simplemente le sonrió.

- ¿Podemos ir a un lugar mas privado? - pregunto frotándose los ojos con sus muñecas.

Asentí en silencio. Sorprendentemente el ambiente no era pesado como cuando Kim y yo estábamos solas, no. El ambiente era dulce y tranquilizante, muy raro... lo se. Pero así lo sentía yo, nunca habia hecho este tipo de cosas con alguien que habia tratado de hacerme daño, intencional o no. Siempre habia tratado de acabar psicologicamente con la persona que intentaba agredirme, mi habilidad para ofender a la gente era otra de las muchas cosas de las que no estaba orgullosa.
Niall me sigue hasta el jardín en el que estábamos justo antes de que Liam y Louis llegaran, una vez allí comienza a hablar.


- Lo siento...

- ¿Me das tu teléfono?

Si, lo se. El chico se esta disculpando por atropellarme, pero yo aun quiero disipar todas las dudas que tengo... y la única forma de hacerlo es viendo si el tiene el mensaje.

Me mira muy confundido, yo también lo haría si me estoy disculpando con alguien y me pide mi teléfono, pero después de todo me lo da. Juego con las teclas, entro a archivos guardados y ahí esta.

" No te conozco, no se quien eres, pero te agradezco mucho el haberme traído hasta aquí. Lamento no poder agradecerte en persona, pero mi vida es muy complicada. Como sea, gracias. "

Tal vez no sea el mensaje de agradecimiento mas emotivo de toda la historia, pero puntualizaba lo que quería expresar. Sospecha confirmada...

- No quise hacerlo - seguía disculpándose.

- No importa. Ya esta hecho, alégrate porque no me paso nada.

No quería ser ruda con el pequeño Horan, sabia que no soportaba muy bien las criticas...

- Escucha - suspiro - Yo también he hecho cosas malas sin querer, te entiendo. No hay necesidad de pedir perdón, fue un accidente.

Le doy unas palmadas en la espalda para calmarlo, pero su mirada es un mar de confusiones. Si, claro, soy una chica que aparenta ser muy ruda y defiende lo que quiere, no se equivocan. Pero también soy humana, se perdonar...

- No necesitas ser buena conmigo, se tu historia.

Lo miro perpleja. ¿Como que sabe mi historia?, sabia que Liam les habia contado como vivi de pequeña a los chicos, ¿pero mas allá de eso?.

- ¿A que te refieres? - pregunto nerviosa.

- Se que no es nada fácil no tener padres, pero...

- ¡Oh, eso! - suspiro aliviada - Consideralo un favor Horan, no estoy molesta contigo. Si, habia pensado en darle una golpiza cuando tenga al desgraciado frente a mí, pero por ser tu haré una excepción.

Niall sonríe, parece como si todas sus preocupaciones se hubieran esfumado en unos segundos. Su sonrisa me estremece, es... linda.

- Eres una buena chica, Alex.

- Vamos, aun no me conoces del todo

Le devuelvo la sonrisa casi por instinto, era raro esto para mi, no solía hacerlo.

- Aunque aparentes ser ruda y sin sentimientos... - bromeo sin dejar de sonreírme - ... sé lo que hay dentro de ti.

Y sin mas, desaparece de mi vista. Dejándome con demasiadas interrogantes en la mente. ¿Niall sabia quien era?, creo que si lo supiera ni siquiera podría hablarme. Algo me llamaba la atención en este chico. Aparte de ser sensible, también era pícaro...

- Interesante, creo que ser amigo de estos chicos sera muy divertido - digo para mi misma y salgo del lugar.